Fianza y crédito son dos conceptos que seguramente has escuchado, aunque quizá a ninguno de los dos los conozcas a profundidad. Dicho lo anterior, ¿conoces las fianzas de crédito? ¿Sabes qué son? ¿Te interesa saber cuáles son las ventajas de contar con una? En este texto vamos a aclarar todo esto.
Se trata de un instrumento que funciona para garantizar que una compañía o persona, cumplirá con ciertas obligaciones que adquirió. Esta garantía es otorgada por un tercero, que es quien se compromete a absorber y cumplir la obligación, en caso de que el obligado no pueda hacerlo.
Cabe señalar que las fianzas no son seguros, pues aunque parecen ser conceptos similares, los seguros son acuerdos entre dos partes: el beneficiario y la aseguradora. Mientras que la fianza contempla tres, siendo el tercero el que ofrece la garantía de cumplimiento.
Por su parte, el crédito es una herramienta financiera en la que una persona o empresa, se hace acreedor de un préstamo por cierta cantidad, mientras se compromete a cubrir esa cifra en un tiempo establecido, sin olvidar que existe el pago de intereses por el monto que solicitó y por el lapso que tarda en pagar.
El uso de los créditos es sumamente amplio, pues pueden ser utilizados por organizaciones que buscan ampliar sus negocios, así como por personas que buscan adquirir bienes o solvencia económica.
Lo importante en este punto es destacar que los créditos permiten que se realicen ciertas operaciones financieras.
Frases como “salió bajo fianza” o “se le sentenció a pagar una fianza”, son muy comunes en los medios de comunicación. Sin embargo, pocas veces se exploran las otras versiones de las fianzas, como son las de crédito.
Una fianza de crédito une los dos conceptos anteriores, por lo que podemos decir que se trata de un instrumento que blinda las operaciones crediticias, como son las de bienes y servicios.
En otras palabras, una fianza de crédito es la garantía de que personas físicas con actividad empresarial o personas morales cumplirán con sus operaciones crediticias, que son resultado de operaciones de compraventa de bienes y servicios.
De este modo, una organización tiene la seguridad de que sus obligaciones contractuales se cumplirán.
Ya con la pura idea es más fácil ver las ventajas que arroja una fianza de este tipo. Por ello, aquí vamos a enlistar algunos de esos beneficios:
Algunas veces, obtener créditos se vuelve una labor complicada, pues los elementos a considerar por las instituciones financieras van más allá del historial crediticio.
Sin embargo, contar con una fianza de crédito facilita la obtención de estas herramientas, ya que funcionan como una garantía de pago, por lo que la institución financiera.
En caso de que la parte responsable no pueda cumplir sus obligaciones, una fianza de crédito garantiza un pago oportuno que, si bien no es el mejor de los panoramas, sí evita que la deuda continúe en crecimiento.
A veces, las operaciones crediticias pueden entorpecer la operatividad misma de la organización. En esos casos, una fianza de crédito permite que las instituciones
tengan confianza.
Uno de los propósitos de los créditos es ser una herramienta para mejorar.
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