Durante muchos años una fianza ha sido, por excelencia, el instrumento de garantía preferido de las empresas públicas y privadas para protegerse ante cualquier incumplimiento de contrato por parte de los proveedores de las mismas.
Lamentablemente, es común que los trámites para una fianza, ya sea para obtenerla desde cero, una actualización o el mantenimiento de la misma, sea algo que se deje hasta el final, sobre todo porque muchos se confían creyendo que es un trámite rápido.
Además, por desgracia, muchas empresas, independientemente de que sean públicas o privadas, no realizan sus pagos hasta tener un documento de respaldo en sus manos, lo que provoca retrasos en los procesos de tu empresa pues no le dan la importancia que tiene realmente. ¡Esperamos que no sea tu caso!
Como bien sabes, las fianzas te permiten garantizar el cumplimiento de las obligaciones contractuales y, además, que las obligaciones se cumplan de la forma en la que se estipula en el contrato.
Las fianzas garantizan que se cumpla lo estipulado en un contrato entre empresas.
Lo mencionado anteriormente abarca desde un proceso de licitaciones, hasta que se concluya el ofrecimiento y disponibilidad de los servicios otorgados.
Poco a poco ha aumentado la cantidad de empresas que solicitan una fianza a sus proveedores, lo cual se debe principalmente a que, en ocasiones, el buscar o demandar a uno de sus proveedores requiere de tiempo y recursos, los cuales siempre son muy valiosos para cualquier empresa.
Y es que, cuando existe un incumplimiento con alguna obligación establecida en un contrato, el beneficiario, quien usualmente es la empresa que te solicita la fianza, tiene el derecho de hacer una reclamación a la afianzadora.
En caso de que la reclamación proceda, el beneficiario necesitará acreditar que realmente se haya incumplido con la obligación y la afianzadora tendrá que pagar los daños correspondientes al beneficiario.
Sin embargo, después la afianzadora tendrá, de manera legal, todo el derecho de recuperar dicho gasto, por medio del fiado, quien es el que tramita la fianza.
Por esto es muy importante cuidar cada detalle y hacer las cosas de la mejor manera posible, esforzándose en todo momento el mantener disponible una línea de afianzamiento.
Cuando recién te das de alta en una afianzadora, a lo mejor tu línea de afianzamiento podría no ser la más alta, a menos que ya tengas muchos años dedicándote a tus actividades y cuentes con estados financieros que superen los montos de tus obligaciones.
Dado lo anterior, en ocasiones, podrían solicitarte un bien inmueble como garantía. Pero no te asustes, cuando realizas en tiempo y forma tus actividades no se te generará ningún problema. Además, para que una reclamación sea procedente, esta necesita estar sustentada.
Un bien inmueble te permite aumentar la línea de afianzamiento, pues en este caso la afianzadora tendrá la certeza de que podrás hacer frente a tus obligaciones en caso de una reclamación procedente.
El fin de una fianza siempre es y será responder al beneficiario por los daños causados por medio de una afianzadora, sin embargo, esta podrá recuperar lo pagado por medio del fiado. De ahí, la importancia de siempre contar con una línea de afianzamiento disponible.
Si eres un cliente nuevo el tiempo estimado es de algunos días, ya que la información requerida debe ser dada de alta en el sistema. Simultáneamente se elaborará un previo o borrador de fianza, el cual se debe entregar al beneficiario para su revisión.
Finalmente, si todo está correcto y no se necesitan más garantías por parte del fiado solicitante se puede proceder a la emisión.
Por estas razones es realmente importante no dejar este trámite para el final, debido a que en ocasiones los pagos son retenidos por el beneficiario y eso no permite iniciar o continuar con el trabajo, lo cual puede generar pérdidas y un desajuste en tu presupuesto.
Tip importante: Siempre mantén tu información financiera actualizada, ya que, de no hacerlo, podrías retrasar un tiempo considerable tu trámite.
Cuando ya tienes un tiempo considerable trabajando con una afianzadora el proceso será mucho más sencillo, pues de cierta forma, tu historial como cliente demuestra que se puede trabajar contigo y tu empresa sin que exista mucho o ningún riesgo.
Como pudiste notar, quien se queda sin una línea de afianzamiento disponible se debe más a que no pone la atención que requiere el tema y no porque sea muy complejo atenderlo. Si cumples a tiempo con la actualización de tus documentos y la demostración de las obligaciones en cada uno de tus contratos afianzados, siempre contarás con una línea de afianzamiento disponible.
En caso de tener alguna queja y/o sugerencia en cuanto al servicio que proporciona Garanza Agente de Seguros y de Fianzas, S.A de C.V. favor de enviar un correo a: quejasysugerencias@garanza.com.mx, para que su solicitud sea atendida a la brevedad.